Todavía
íntegro, me desplazo a Espacio Vacio para revisar la muestra
que nos corresponde: Poncho Franco y el Cholismo. El
aterrizaje a altas horas no me permite ver algunas piezas de la
muestra (¿las más cholas?) pues han pasado a mejor vida
gracias a (s)ávidos postores. Así y todo, junto a
varias damitas elegantes y caballeros galantes, alcanzo a disfrutar
de una serie de joyas de fantasía: ¡la televisión
decorada con tazas rosadas de plástico! ¡el medidor de
electricidad con un collar de piñata colgándole! ¡las
cortinas adornadas con flores falsas! ¡el autoretrato de terno
y chancleta dentro de un marco donde también se encuentra un
título de bachiller! ¡la funda de agua! ¡la
bicicleta! ¡la llanta!
Incontables
referencias al guatallarín (guatita+tallarín+plastico
termoformado color rosado) en las paredes de la galería
(garabateadas à
la baño de colegio fiscal por
los visitantes) motivaron a pensar por un momento en una posible
falla de promoción: ¿será que la gente pensó
que esto era un evento promocional para la nueva temporada de El
Cholito?
Otros
cuestionamientos, sensiblemente menos trastornados, fueron escuchados
en el transcurso de la noche. Los que aún registro:
Una
cineasta amateur: ¿donde esta el sofá cubierto de
plástico?
Una
gringa de paso: ¿así son las puertas de entrada en
los pueblitos?
Un
extranjero radicado acá: ¿es esto una galería
o un minimarket abandonado?
Un
delincuente: oye tú! ¿tienes tiempo para un cholo?
El
vaivén del ventarrón siguió afuera y el de la
muestra, adentro. Un bamboleo de piezas que podías llevar a
casa desde $5, sin garante y sin cédula. Un conjunto que, al
final, se quedó corto en su representación de un
término sin término, sin final; un algo que es al mismo
tiempo un concepto, una etnia, un prejuicio, un epíteto, un
halago...
Antes
de salir a buscar la (propia) chancleta, doy con la perla de la
muestra. Una frase con fea letra, probablemente ya afectada por la
hora y las botellas que, sin embargo, articulaba en 4 palabras todo
lo que infructuosamente traté de explicar aquí:
esfuérzate para la próxima.
por:
alcoholicocatolico@gmail.com
1 comentario:
Este ha de ser otro de esos curadores de pacotilla que se esfuerza en envolvernos con terminos rimbombantes y vendernos una vision "superior" de una exhibicion que todos tenemos la capacidad de ver con nuestros propios ojos y juzgar con nuestro propio cerebro. Para remate, juega al borracho. No le ha de hacer ni a la menta. lumpen.
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