La huella de carbono que vamos dejando en el ambiente
no es un abstracto, no se limita a las emisiones de un gas intangible o conceptos sobre el medio
ambiente. Transformamos el paisaje natural para habitarlo dejando huellas creadas por los desperdicios que a su
vez destruyen el medio en el que vivimos. La noción de paisaje ya no se limita
al espacio natural sino al espacio creado, sus residuos, reciclados y la
naturaleza que se derrite.
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